Del 26 al 28 de mayo de 2012 tuvo lugar en Ruán (Francia) el 70 Congreso de la Federación Anarquista francófona. Esos tres días de encuentro son importantes para nuestros militantes de la Federación Anarquista porque no solo nos permiten hacer un balance de nuestra organización el pasado año (informes de los diferentes secretariados y administradores), sino también, y sobre todo, porque esas jornadas son un momento de intercambios, de debates y de reflexión sobre nuestra consolidación en las luchas, y sobre nuestras perspectivas federales.
Nuestro Congreso aborda en primer lugar la situación social tanto en Francia como fuera de nuestras fronteras. Fueron evocadas y analizadas las revoluciones de Oriente Medio, en los llamados países "árabes", así como la reciente primavera del roble de nuestros primos de Quebec, o incluso las "crisis" griega o española, el regreso de los "socialistas" al trabajo, etc. Se trataron también numerosas microalternativas sociales y económicas en las que los libertarios, junto a otros, llevaron a cabo tentativas de autogestión (Amap, cooperativa, escuela…).
Experiencias y debates fructíferos que todavía hay que enriquecer y que aún necesitan, por medio de la acción militante, ser popularizados, desarrollados y, quién sabe, al final, generalizados.
Después, nuestro Congreso tuvo la ocasión de trabajar en comisiones en las que la toma de palabra es más fácil que en sesión plenaria. Este año hemos desarrollado nuestras reflexiones en torno a tres temas. Una primera comisión trató sobre la emergencia de nuevas formas de protesta y lucha social, como el movimiento de los Indignados, de los Occupy o incluso de los colectivos de lucha (sin papeles, derecho a vivienda, antirrepresión, luchas contra los grandes trabajos inútiles -tipo Tren de Alta Velocidad- antinucleares, Anonymous…) que suelen ser muy ricos, pero también sin mucha relación con las luchas sindicales clásicas, y a veces demasiado anclados en combates sectoriales o corporativistas. De ahí la construcción, en su momento, de una convergencia entre los diferentes sectores de la protesta contra el orden capitalista.
¿Para hacer frente a qué? Hemos pensado que era necesario, o sea importante, seguir participando en esos movimientos, ocupar nuestro lugar como anarquistas y desempeñar el papel que podamos como aguijón, sin afán de recuperación y con total transparencia, y todo ello con el fin de llegar a una convergencia de todas esas luchas en la perspectiva de una revolución social emancipatoria y no solo en el marco de un acondicionamiento ilusorio de la sociedad capitalista.
Una segunda comisión abordó la necesidad de organizar una coordinación interna de los anarcosindicalistas y los anarquistas sindicalistas de la Federación, en relación con otras iniciativas de ese tipo, con el fin de producir juntos análisis, de organizar acciones comunes y compartir nuestras prácticas, sean las que sean nuestras procedencias sindicales (CNT, SUD, CGT, FSU, CGT-FO). Este debate nos ha llevado a constatar que nuestra función, como anarquistas, era esencial para suscitar y desencadenar conflictos de enfrentamientos directos, para vigilar a los que pertenecen a las luchas emprendidas y siguen gestionadas directamente por los asalariados sin ninguna recuperación partidista. Pero también para aparecer claramente como anarquistas, con el fin de estar en condiciones de vigilar el respeto a la "democracia directa" así como de contribuir a la toma de conciencia de la utilidad de una lucha global, interprofesional y autogestionada dirigida a destruir el sistema de explotación capitalista. Así es como funcionará, durante el próximo año, la coordinación de los militantes sindicalistas de la Federación.
Una tercera comisión se orientó hacia los medios y modos de propaganda de la Federación Anarquista. Se interesó tanto por el contenido de los mensajes como por los apoyos para difundirlos. Así, fueron abordados el futuro y la forma de Le Monde libertaire y de Radio libertaire, el uso de las redes sociales e incluso del YouTube. Se trató también la naturaleza de los mensajes; la tentativa de definir si debían seguir siendo globales y generales (autogestión) o si debían aprovechar al máximo intereses más limitados e inmediatos (gratuidad de los transportes). Las dos opciones, según las circunstancias, fueron aceptadas en cuanto a sus principios por no resultar contradictorias.
Por último, el 70 Congreso de la Federación Anarquista abordó la celebración de dos encuentros fundamentales para la vida y el desarrollo del movimiento y las ideas libertarias. En primer lugar, los Encuentros Internacionales del Anarquismo de Saint-Imier (Suiza), que tendrán lugar a principios de agosto de 2012. Los congresistas se dedicarán tanto a la organización material y económica del evento (se espera a varios miles de personas) como al programa político y cultural (www.anarchisme2012.ch) y se darán citas. Citas muy importantes porque, en ese mismo lugar y en las mismas fechas, tendrá lugar el Congreso de la Internacional de Federaciones Anarquistas (IFA), en el que la Federación Anarquista francófona se propondrá para encargarse del Secretariado.
En resumen, congreso fructífero a pesar de algunas controversias inevitables y a menudo útiles en estas circunstancias, en los que la confrontación de ideas permite desde casi siempre superar las primeras ideas emitidas y favorecer la búsqueda del acuerdo. El 71 Congreso *, en 2013, que tendrá lugar probablemente en Marsella, será también el de los sesenta años de la Federación Anarquista francófona, y la ocasión de analizar las nuevas perspectivas que se abren al movimiento libertario tanto a nivel francés como internacional.
* Sesenta años y 71 congresos: se explica por la celebración de congresos extraordinarios con motivo de determinadas circunstancias, como la decisión, en pleno 68, de transformar Le Monde libertaire mensual en semanario o, a finales de 2011, de lanzar un Le Monde libertaire gratuito.
Fifi
Hugues Lenoir
JUNIO DE 2012